Mundo Nuevo obtuvo la gestión de los centros de niños inmigrantes a dedo

Toda la junta directiva de la asociación benéfica es de Coalición Canaria

Toda la junta directiva de Mundo Nuevo, la asociación que gestiona los centros de menores extranjeros del Gobierno canario, está afiliada a Coalición Canaria y obtuvo la gestión de los centros por designación directa y no por concurso, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico. El presidente de la asociación, Juan José Domínguez, tiene además antecedentes penales.

La Asociación "Solidaria" Mundo Nuevo, inscrita en el registro de asociaciones el 24 de noviembre de 2004 como una entidad benéfico social sin ánimo de lucro, fue habilitada como entidad colaboradora para la atención integral a los menores a finales de 2005, pero esa habilitación no se hizo oficial mediante su publicación en el Boletín Oficial de Canarias hasta el 30 de enero de 2006.
Una semana después, la Dirección General de Protección al Menor y la Familia adjudicó sin concurso a Mundo Nuevo la guarda y asistencia de los menores extranjeros no acompañados tras tener que habilitar cuatro centros de forma urgente dada la constante llegada de niños en cayucos y que la red asistencial de los cabildos estaba saturada.
Este hecho propició la adjudicación asistencial a la asociación en tan breve plazo de tiempo, aunque otras fuentes apuntan a que el hecho de que toda la junta directiva esté afiliada a Coalición canaria desde los años 2002 y 2003. Así, el presidente de Mundo Nuevo, Juan José Domínguez Navarro, milita en el partido desde diciembre de 2002; Antonio Benítez-Inglott se afilió unas semanas después, en enero de 2003, y José Felipe Santana Rodríguez, Raúl Nieto Gómez y Francisco Rosario Galindo lo hicieron en febrero de ese mismo año.
Todos los que constituyeron Mundo Nuevo trabajaban entonces en Aeromédica, otra empresa que durante la época de Román Rodríguez en la presidencia del Gobierno canario también gestionó los centros para menores extranjeros.

Antecedentes penales
Domínguez era el director de transporte de Aeromédica en 2001 cuando se convocó una huelga de ambulancias y, según una sentencia del juzgado de Instrucción 3 de Las Palmas de Gran Canaria, coaccionó a algunos de los trabajadores que participaban de la protesta, por lo que fue condenado en un juicio de faltas, lo que le limitaría su acceso a subvenciones públicas.
La Consejería de Bienestar Social tan sólo manifestó ayer su desconocimiento de los antecedentes penales del director de Mundo Nuevo.
La asociación cobra 52 euros al día por cada menor inmigrante que atiende, que en la actualidad son 297 (aparte de los menores asistidos en centros de los cabildos), aunque en 2006 Mundo Nuevo llegó a acoger a más de 500 niños, lo que supone 26.000 euros diarios. Además, recibió una subvención de 425.562,19 euros y un crédito de 911.000 euros en diciembre de 2006 para gastos de menores.

Domínguez: "No entiendo qué interés hay en perjudicarnos"

"No entiendo qué interés hay en perjudicarnos" afirmó ayer a este periódico Juan José Domínguez, el responsable de la Asociación Solidaria Mundo Nuevo, que gestiona entre otros el centro de menores extranjeros de La Esperanza.
Domínguez, que admitió la condena en firme por coacciones, indicó que ese antecedente penal no le impide, "en absoluto", crear una asociación benéfico social y acceder a subvenciones del Gobierno. Con respeto a su militancia en Coalición Canaria manifestó que no recordaba cuándo se afilió. "También soy socio del Atlético de Madrid. Soy afiliado a cualquier opción que desee y sólo soy un militante de base, pero no hablo de mi vida privada".
Domínguez tampoco quiso hacer referencias a su actual cargo de presidente en Canarias de la O.J.E., que cataloga como una actividad estrictamente personal, sin relación alguna con su trabajo, aunque también afirmó que es algo que ya pertenece al pasado.
El Director de Mundo Nuevo aclaró que todas las personas que integran la junta directiva provienen, como él, del sector sociosanitario, con una amplia experiencia en la atención a menores, pero también otros sectores sociales desfavorecidos.

http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=2852&pIdSeccion=9&pIdNoticia=96326

Malos tratos en los centros

A continuación se enumeraran algunas irregularidades percibidas por una educadora comprometida con el buen hacer como educadora social.


Para entender la compleja vida de un centro educativo cabe tener en cuenta una multitud de factores que habrán de confluir en los resultados y la calidad en cuanto a el objeto del mismo. Factores como el laboral, humano, profesional, estructural, son fundamentales para entender lo que pasa en los centros de Canarias. Situación común, debido a la gestión casi exclusiva de los centros por parte de la “Asociación Solidaria Mundo Nuevo”.

Por un lado existe una precariedad laboral del equipo educativo, que se traduce en bajo salario, prorateado (con lo que el salario base es muy bajo). Esto teniendo en cuenta que no se aplica ningún convenio a dichos trabajadores, ni aún teniendo en cuenta que la suya es una actividad profesional regulada por el convenio Colectivo de la Intervención Social; en dicho convenio se establecen los roles y responsabilidades propias de los agentes educativos, atendiendo a su formación y cargo. Actualmente, y desde que se abrieron los DEAMENAC, los “educadores” reciben menos incluso que el mínimo salario establecido por el convenio, según la categoría de auxiliar educativo. Pero además de no tenerse en consideración la formación de los trabajadores (a no ser por que no se contrata personal con conocimientos sobre el ámbito educativo) se toma como recursos humanos a sujetos cuyo mas elevado prestigio profesional es haber ido al gimnasio.

Con respecto a esto último cabe resaltar que los recursos humanos denominados “educadores” y contratados sin convenio alguno, se les exije saber hacer como si fueran técnicos educativos, y no reciben formación específica, ni menos continuada, para dar respuesta a las necesidades del trabajo. Coexisten, pues, perfiles de esos técnicos con muy buena voluntad, pero sin recursos, personal sin ningún tipo de formación ni voluntad de aprender, cuya mayoría asciende al 90% del personal, y una o dos trabajadoras sociales por centro, alguna psicóloga y una coordinadora educativa; hablamos de que en cada centro coexisten unos 140 menores (donde hay habilitadas 80 plazas). El personal existente esta demasiado ajustado para atender a la cantidad de menores asignada, habiendo 15 menores por educador. La cantidad sobrepasa lo admisible.

A nivel profesional, como educador, he observado que tan solo hay cuatro profesionales cuyo rol se adecúa a su formación académica, y el resto de la plantilla (35 sujetos) hace funciones de cuidador. Es voluntaria la labor de dar algún tipo de formación a los menores dentro del centro. Aunque hace unos meses que los menores reciben formación profesional en algún centro de caridad gestionado por alguna entidad católica, así como otra ONG.

No se forma de ninguna manera al personal; ni en gestión de conflictos, ni en atención a la diversidad, conocimiento de las culturas de los usuarios, ni tratamiento de menores con riesgo de exclusión social. Sin embargo se premia con la promoción a “educadores” que mantienen el control por medio de la fuerza física; incluso a quienes hacen uso gratuito de fuerza desmedida no se les amonesta de ninguna manera (llegando a ocupar cargos como el de “educador responsable”, de coordinador o de director de centro).

Con semejante panorama no es de extrañar que entre estos técnicos haya quienes abusan de los menores o quienes libremente expresan su opinión xenófoba respecto a los usuarios del servicio. Quién escribe estas líneas ha comprobado como sujetos de esa calaña ascienden en la cadena de mando de los centros.

Llegados a este punto cabe mencionar, respecto a la estructura de los centros, cuya cúspide es la sede donde se encuentra la directiva de la asociación, que es de tipo piramidal-oligárquica. Las decisiones sobre personal, recursos, actividades, cuestiones laborales, etc., son menester de la dirección general de la empresa. Una de las características de mobilidad dentro del centro, desde que el Gobierno de Canarias concedió a dedo y sin concurso la gestión de los MENAS a esta empresa es, precisamente, que la directiva elige a dedo a sus cargos. Directores que admiten que, ante las injusticias, no pueden hacer mucho por mejorar el personal cuando se le coarta desde arriba. ¿Directores o títeres?

Quién escribe estas líneas ha asistido a una oportunidad sin igual para conocer el África profunda y la diversidad cultural de este basto continente desde aquí mismo; igualmente he asistido al uso excesivo de fuerza de “porteros de discoteca” mal denominados educadores, a insultos racistas por parte de xenófobos mal denominados técnico educativo.

Así mismo hube de ser cómplice en la impotencia, al no poder argumentar nada respecto a una “comida” semi-descompuesta de un servicio de catering nefasto (Albie, una empresa creada específicamente para “alimentar” extranjeros en Tenerife), de las duchas de agua fría (¡En el invierno de alta montaña canaria!), de las habitaciones sin puerta; aunque no me silenció nunca el abuso de un mal llamado “educador” a un menor.

Hay otro fenómeno que se esta dando y resulta muy negativo socialmente; existen menores a los que se esta dando el alta en el centro y a los cuales no se les ha gestionado el respectivo papeleo legal; con esto se han derivado algunos a centros de Cáritas, pudiendo permanecer hasta tres meses allí. Otros no corren la misma suerte pero, en definitiva, tarde o temprano, esos desamparados terminan en la calle sin papeles ni permiso de residencia; aumentando más aún la bolsa de marginación social en nuestra sociedad. Algo que podría evitarse y que, de algún modo es facilitado por quienes deberían tener la responsabilidad de integrar a estos pibes.

La salud de los pibes es atendida dentro del centro por personal no cualificado para el caso (el mismo personal contratado para ejercer de “técnico educativo”). Por otro lado a los chicos se les adscribe a la atención primaria básica para inmigrantes y sin-techo de la seguridad social (personas que no cotizan). La vacunación y atención médica personalizada se realiza por especialistas de manera voluntaria y es escasa: Insuficiente.

Estas cosas están pasando.

Quién les escribe sobre estos acontecimientos, que tan solo son las más destacables, y que hay muchas mas irregularidades, sufre el acoso laboral.

Cabe tener en cuenta que la directiva de la empresa tiene experiencia y antecedentes en este sentido, que el mío no es un caso aislado.

y de este modo hacerse una idea de la ideología y malas prácticas de una directiva con antecedentes penales. Están robando mucho dinero de subvenciones. Y salta a la vista que se trata de urto, por que no se ve la cantidad de dinero recibido en calidad por ninguna parte (ni en sueldos, ni en recursos, ni en alimentación, sanidad, etc.)

Cabe recordar que los menores son eso, y la legislación les protege, más cuando son menores abandonados que ni siquiera han incurrido nunca en delito alguno.



viernes, 23 de abril de 2010

TRABAJADOR READMITIDO (la lucha sigue)

El trabajador readmitido por Mundo Nuevo se queja que “lo que menos importa” en los centros “son los menores”

Tras ganar una sentencia comienza a trabajar en el centro de menores de Tegueste
ACN PRESS | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Jairo Gómez comienza a trabajar este fin de semana en el Centro de Menores Extranjeros del que fue despedido el pasado 29 de enero por la Asociación Mundo Nuevo, ONG que tiene la concesión del Gobierno de Canarias para la gestión de los centros de menores extranjeros no acompañados. Y comienza a trabajar con la satisfacción de que la justicia haya reconocido, tras ganar una sentencia que condena a la empresa a readmitirlo, que su despido fue una represalia a sus denuncias públicas sobre la situación de los centros ya que, insiste, “lo que menos le importa (a Mundo Nuevo) son los menores”.

Jairo muestra su sorpresa porque “estas cosas nunca se esperan aunque pinten bien desde el principio”, comenta, reconociendo que siente un “subidón” porque “es una manera de reconocer una injusticia muy grande que se ha cometido con todos los despidos que ha hecho la empresa”.

La Asociación Mundo Nuevo tiene la concesión del Gobierno de Canarias sobre la gestión de los Amenac, los dispositivos de emergencias para menores no acompañados, aquellos centros donde primero van los niños que llegan en cayuco a las costas canarias sin compañía, hasta que, teóricamente, pasen a otros centros para lograr su inserción. Aunque a veces, denuncia Jairo, se quedan allí varios años.

¿Por qué? El trabajador explica que por cada menor a cargo de la empresa hay una entrada de dinero diario, “alrededor de 90 euros diarios más o menos”. “Y en un centro de más de 100 menores te puedes imaginar cuánto dinero entra cada día”, por lo que se queja de que a pesar de sus denuncias públicas “las condiciones están igual”.

“Lo único que cambia es la tranquilidad del centro, si los menores están más o menos revueltos, la empresa está sujeta a una concesión del Gobierno y lo único que no quiere es que haya ningún escándalo público, y lo que menos importa, es muy triste decirlo, son los menores”, dice.

Es por esa entrada de dinero que “los gastos los reducen al mínimo, desde el material que dan a los chicos como el que dan a los educadores”. “Para hacer talleres –explica- por ejemplo de alfabetización, que es fundamental, tenemos que hacer nosotros las plantillas con un lápiz y un folio y no nos compran el material adecuado”.

Readmisión

Así las cosas, Jairo Gómez comenzará este sábado, tras quince días de vacaciones que le correspondían, en turno de fin de semana en el Amenac II, el centro de acogida de menores extranjeros no acompañados de Tegueste.

“Los trabajadores están flipando, estamos todos en el mismo barco, sabemos que nos pueden despedir en cualquier momento y están contentos de que se reconozca este tipo de cosas”, dice, por lo que admite no sentir ningún tipo de miedo.

“La dirección no ha tenido ningún tipo de actitud rara, tampoco han tenido tiempo, no sé si dentro de algunas semanas me intentarán cambiar de turno o algo así, pero visto lo visto no estoy dispuesto a dejarme socavar, está claro que volvería a luchar por mis derechos y con el apoyo de los compañeros uno se siente fuerte” asegura tajante.

Jairo recuerda que su readmisión se ha dado fundamentalmente por dos razones: “En mi caso hice una denuncia pública sobre el funcionamiento de la empresa, los altercados en los centros, las denuncias de los educadores y la empresa me despidió utilizando la misma excusa que utiliza cuando quiere despedir, que ha bajado el número de menores”.

“La cuestión –explica- es que en mi caso venía precedido de las denuncias que hice en los medios, pero además la empresa no presentó en su momento el convenio que ha firmado con la Consejería y en el que se debe estipular el número de menores que corresponde por cada educador”, lo que en teoría, según la sentencia, prácticamente permite que pueda despedir como quiera.